Disfrute de las impresionantes vistas desde los acantilados y de la magia de las cascadas de Keila-Joa. Durante el recorrido, pasaremos por la pequeña ciudad de Paldiski, que es un bello espécimen de arquitectura soviética y que solía ser una base militar para submarinos nucleares. Visitaremos la mansión de Padise, que perteneció a la familia von Ramm desde 1622, cuando el rey sueco Gustavo II Adolfo regaló las tierras con las ruinas del convento de Padise a Thomas von Ramm. También visitaremos las ruinas del convento de Padise, y podremos subir a lo alto de la torre mirador para disfrutar de unas magníficas vistas de los bosques estonios. Haremos una parada en el acantilado de Türisalu. Aquí hay vistas desde una altura de 30 metros sobre el nivel del mar y hacia la playa de Vääna-Jõesuu.